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En el campo turístico, Venezuela posee importantes cavernas como la Cueva del Guácharo, estudiada por espeleólogos de todas partes, porque allí anidan los curiosos “Guacharos”: aves nocturnas, que viajan cada noche cientos de kilómetros para buscar su alimento a base de semillas. Es la única cueva en el planeta que no se le ha encontrado final, y donde muchos exploradores se han internado en sus profundidades para nunca regresar.

 

Sus espectaculares formaciones rocosas, esculpidas por la naturaleza durante miles de años, son la atracción de los visitantes. Más de cien impresionantes galerías de esculturas geológicas formadas por estalactitas y estalagmitas, han sido esculpidas por la naturaleza de la manera más enigmática y curiosa: el salón de los Senos de Mujer, de los Tambores, la Catedral del Papa, Zona del Silencio, salón de los Espejos, el Piano, el Valle de los Gigantes, etc… Son auténticas esculturas de sonido, colorido y textura, que impresionaron al Barón Alejandro de Humboldt, cuando en 1799 visitó en Monagas su inmensa boca de 30 m de alto y 20 m de ancho.

GUACHARO: La Cueva más grande del Planeta

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