top of page

Si bien es cierto que en el planeta existen fabulosas montañas y formaciones geológicas que atraen cada año a millones de turistas, sólo en Venezuela se encuentran misteriosas elevaciones prehistóricas que nunca fueron cubiertas por las aguas del Diluvio Universal, lo cual significa, que los tepuyes son refugios de especies de flora y fauna que no han evolucionado en millones de años, constituyendo los auténticos Parques Jurásicos del planeta.

 

Tepuy es la palabra indígena para nombrar una montaña que emerge verticalmente desde la llanura... Son las fantásticas formaciones geológicas que encontramos en el Sur del Estado Bolívar, como raras montañas planas unas y de extrañas formas otras, que vemos en todo el sector que se llama Parque Nacional Canaima, que junto a las cascadas del sector son quizás los elementos que más distinguen el paisaje de este Parque Nacional.

Existen aproximadamente unos cien tepuyes repartidos en los estados Bolívar y Amazonas. No todos son de fácil acceso, y muchos aún se mantienen inexplorados. Actualmente los tepuyes están protegidos por las leyes venezolanas bajo la figura de Monumentos Naturales y solo a algunos de ellos está permitido el ascenso.

TEPUY: Parque Jurásico en VENEZUELA

El Roraima es uno de los tepuyes más conocidos y uno de los pocos a los cuales está permitido el ascenso. El explorador alemán, al servicio de Inglaterra, Richard Schomburgk fue el primer europeo en ver el monte Roraima en 1838 pero no logro ascenderlo, y otras expediciones posteriores lo intentaron tambien pero sin éxito. Fue en 1884 que los botánicos británicos Everhard Im Thurm y Harry Perkins llegaron a la cima y descubrieron que muchas de las plantas y la vida animal sobre los tepuyes era única y resultado de millones de años de aislamiento. Tomando como base los informes científicos de estos dos investigadores, el escritor inglés, Arthur Connan Doyle, creó la ficción el ''Mundo Perdido'' (Lost World), donde recreó la cima del Roraima llenándola de dinosaurios y aves prehistóricas. Pueden apreciar aquí la primera película basada en esta novela. El Auyantepui es el de mayor superficie con 700 kilómetros cuadrados y es uno de los más ricos en vegetación endémica. Llegar a pie significa una travesía de tres días. De una de las paredes del Cañón del Diablo aparece el famoso Salto Ángel, que está lejos de ser la única atracción que este tepuy tiene que ofrecer. "Posee lugares espectaculares como la Cima Aonda a la que sólo se le puede llegar en helicóptero", dice Javier Mesa, fotógrafo naturalista. La sima tiene 362 metros de profundidad y es necesario bajarla en rapel. En el extremo sur de la cumbre del tepuy está el río Churún Merú, bautizado por algunos como río Arcoiris. El fotógrafo Henry González calcula que ese río no lo han visitado más de 15 personas en toda la historia. En la cumbre del Auyantepui está también el Salto del Pozo que contiene aguas del río Churún Merú. "Solamente se le puede llegar en rapel y es durísimo", explica González.

El Salto Ángel (Kerepakupai Vená, en pemón, que significa «salto del lugar más profundo») es el salto de agua más alto del mundo, con una altura de 979 m con 807 m de caída ininterrumpida desde el Auyantepuy

Complejo de Chimantá es un lugar recóndito del complejo del Macizo de Chimantá, cuya ubicación exacta es un secreto bien atesorado, donde se halla la "Cueva del Diablo" donde el venezolano Charles Brewer Carías, descubriera en 2002  la cueva de cuarcita más grande del mundo donde la NASA clasificó organismos extraterrestres que habitan en esa cueva. "Allí no han entrado más de 25 personas, en su mayoría científicos. El paradero de la cueva no se ha hecho público", dice el fotógrafo Javier Mesa. Se piensa que tiene cinco kilómetros de largo en los que sobresale un río turbulento con cataratas, domos y galerías. El Chimantá está integrado por 12 tepuyes. Uno de ellos es el Akopán Tepuy, ubicado en una de las zonas menos desarrolladas del Parque Nacional Canaima.

Kukenán Tepuy es el tepuy que le sigue al Roraima en tamaño, y su nombre en lengua pemón significa "agua sucia". Desde sus entrañas nace un río que se llama igual. El acceso a este tepuy es mucho más complejo que el de su vecino pues no hay campamento base. "El camino es muy difícil y hay que hacerlo con los morrales a cuesta. Además, cuando llegas a la cumbre te das cuenta de que es laberíntica", dice Javier Mesa. Lo que convierte a Kukenán en un lugar tan especial es la sima norte, la cual se baja en 200 metros de rapel. "Son 6 horas para atravesarlo y llevas entre 28 y 30 kilos encima". Para bajar la sima es indispensable tener un equipo especializado; es esto lo que la hace tan inaccesible. "No habrán ido más de 30 personas. Lo que se siente allí es tan diferente. Yo he llevado gente que se pone a llorar o dice que así debe ser Marte", recuerda Mesa. La sima mayor del Sarisariñama es la más voluminosa del mundo. Tiene 352 metros de diámetro en su eje nortesur, y la superficie mide 500 metros.

Imawarí Yeutá, el secreto mejor guardado de la Gran Sabana: Se trata de una cueva de cuarcita  en las profundidades del tepuy. La cueva se ubica en la cara este del Auyantepui, mirando al valle de Kamarata y al valle de Kanavayén. La profundidad es de unos 180 metros desde el lugar de ingreso hasta el punto más bajo del descenso. Explican los miembros del equipo explorador, liderado por el espeleólogo venezolano Freddy Vergara,  que el trayecto fue complicado, pues el primer tramo, unos 60 metros, se hizo por medio de cuerdas -rapel- entre grietas y precipicios. El resto lo hicieron a pie. En total, la travesía duró 15 días. El espeleólogo explica que lograron topografiar un total de 15 kilómetros con 450 metros, aunque -según sus cálculos- la cueva podría tener unos 25 kilómetros en total. Hay salas que miden 130 metros de ancho por 200 metros de largo. Los científicos están seguros que allí hay fauna y flora desconocida por el hombre, se trata de especies que podrían tener millones de años totalmente inalteradas por el aislamiento.

Salto Ángel... la caída de agua más alta del mundo

bottom of page