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MILAGROS, REZOS Y ORACIONES
El pasado 21 de enero, Venezuela y el mundo esperábamos con impaciencia la Cátedra Económica que estaba obligado a dictar el Presidente Nicolás Maduro, ante la gravisisisima crisis que debe enfrentar un país “petróleodependiente”, cuyo Presupuesto de Ingresos para el 2015, que aprobó esa misma Asamblea donde se hallaba el Presidente, se hizo en base a la venta de un barril de petróleo a US$ 60, pero cayó abruptamente a US$ 38, con tendencia a llegar a US$ 25 como amenazó el Presidente de Estados Unidos.
¿Qué hacer..?
Aplicar las fórmulas económicas que han recuperado a todos los países que han transitado por situaciones similares a la nuestra: EFICIENCIA Y PRODUCTIVIDAD en la explotación de todos los recursos naturales, para así lograr las estrategias productivas industriales y de comercialización, que generan miles de millones de dólares, crean empleos y hacen felices a los ciudadanos.
Una fórmula económica que estimula la inversión y crea empleos, como también aplicó el Libertador Simón Bolívar en las siete naciones que libertó… Al respecto sentenció el Libertador:
“He aprendido excitar la prosperidad nacional por dos grandes palancas de la industria: el TRABAJO y el SABER. Estimulando estos dos resortes de la sociedad, se alcanza lo más difícil entre los hombres: hacerlos honrados y felices” Simón Bolívar
MILAGROS, REZOS Y ORACIONES
EL FUTURO ECONÓMICO DE VENEZUELA
Por: Jorge Mier Hoffman
Venezuela es “Tierra de Gracias”, como nos llamaron los conquistadores en 1498, porque Dios sembró en nuestro suelo inmensos recursos naturales, hoy improductivos, que deberían ser explotados mediante una alianza estratégica con empresas nacionales y trasnacionales, en un acuerdo “Fifti Fifti”, o sea mitad y mitad de las ganancias, donde los PRIVADOS aportan los dólares para la explotación y VENEZUELA la materia prima en las siguientes actividades industriales:
1) Refinerías y Petroquímicas para convertir el petróleo en productos derivados para exportación y manufactura nacional.
2) Plantas “extrusoras” para transformar el aluminio en productos para exportación y manufactura nacional.
3) Siderúrgicas y Plantas de Acero para convertir el hierro en productos para exportación y manufactura nacional.
4) Metalúrgicas para industrializar la explotación del oro, diamante y piedras preciosas, para generar ingresos aún más importantes que el petróleo con la manufactura de estos grandes tesoros naturales.
5) Explotación del gas natural como fuente de energía obligada en generadores de electricidad, cocinas eléctricas y el parque de vehículos automotores.
6) Explotación del “Coltán” llamado “oro azul” que se utiliza en la electrónica y que demandan las empresas de computadores, cotizado más caro que el oro.
6) Explotación del “Caolín” que se vende a precio de oro en el mercado de las cerámicas.
7) Privatizar el turismo y su infraestructura turística como fuente inagotable de ingresos indirectos, puesto que Venezuela posee los mayores atractivos turísticos del planeta.
8) Y finalmente la instrumentación de una “Moneda Convertible” a la par del dólar que bien podría llamarse “LIBERTADOR”, para sustituir el término “dólar” en la economía nacional, lo que significa un impacto económico de estabilidad financiera en la inversión y los ingresos, que poco a poco iría dolarizando el país para así eliminar la inflación y el desequilibrio en la “Balanza de Pago” (Ingresos y gastos).
Sabias fórmulas económicas que reactivarían al país en ¡¡¡MENOS DE 30 DÍAS!!! si explotamos los inmensos recursos naturales que nos regaló Dios.
Pero luego de escuchar la alocución del Presidente invocando a Dios como el “Milagro” de nuestra economía cuando dijo “Dios Proveerá”, vino a mi mente un viejo chiste cristiano que dice así:
¡De pronto! La lluvia intermitente inundó el gran valle del pecado, y todos los habitantes huyeron ante la furia de Dios… Sólo un creyente, fiel a las sagradas escrituras y la “Palabra de Dios”, se subió al tejado para orar y orar, mientras todos sus vecinos pecadores corrían desesperados… Al poco tiempo… las aguas subieron hasta el techo, cuando una lancha salvadora se acercó para auxiliarlo… Pero el fiel cristiano no se desanimó en sus rezos para decir a los socorristas “Dios proveerá”… Las aguas subían y subían cada vez más, cuando apareció un helicóptero que el terco cristiano también rechazó diciendo: “Sólo Dios proveerá”… Finalmente las aguas inundaron todo el valle y sólo el fiel creyente fue el que murió… Al llegar a las puertas del Cielo, el cristiano reclamó airadamente a su Dios: “Te rezo todos los días convencido en el poder de la oración para curar todos los males, y fui el único que se ahogó”… Dios lo miró con sorpresa para decirle: “Qué malagradecido eres… te envié una lancha y un helicóptero y ni le parastes bolas”