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Es posible que para el momento en que se lea este libro, la Quinta República sea cosa del pasado, y que haya caído como cayó la Primera, la Segunda y la Tercera, cuando la Revolución Bolivariana por momentos, se opuso a la depredación de un imperialismo económico, que nunca cesará en sus pretensiones de someter a Venezuela.
Es posible que algunos medios de comunicación, en representación de la oligarquía explotadora, hayan triunfado con su terrorismo salvaje que invade los hogares, y que de manera sistemática y agobiante, llevan un mensaje de angustia, desesperación y pesimismo, que poco a poco logra crear una matriz de opinión contraria al gobierno bolivariano.
Es posible que los “pseudo empresarios” con sus infinitas fuentes de riquezas, hayan comprado la conciencia de algunos militares, para lograr un Golpe de Estado o el magnicidio, para retornar a una Cuarta República, que le daba la espalda al pueblo, y donde reinaba la corrupción, la privatización de los activos del Estado y los privilegios en la distribución de la riquezas.
Es posible que los partidos políticos de la oposición, al igual que lo hicieron cuando Bolívar gobernaba en América, hayan dominado el panorama electoral, para distribuir los inagotables recursos del país entre una clase dirigente, cuyo único ideal es la consigna del dinero…
Es posible que los Estados Unidos, con el apoyo incondicional de la Organización de Naciones Unidas, ONU, hayan logrado sanciones económicas para nuestro país, hasta tanto no se lograra la renuncia del Gobierno Bolivariano.
Es posible que el Clan Imperialista de Estados Unidos con el apoyo del Sionismo de extremistas judíos, de sus aliados incondicionales de Inglaterra, y su malvado poder militar de exterminio y destrucción, hayan controlado las fuentes energéticas del planeta, para extorsionar a las regiones del hemisferio y lograr desterrar el ideal de Bolívar.
No es fácil encontrar un prólogo para un libro como éste, el cual presenta de manera dramática el inmenso potencial de una tierra prodigiosa como VENEZUELA..! en contraste al deterioro social y económico en que estuvo sumergida por más de cuatro décadas, a través de un Plan preconcebido por nuestros eternos enemigos, que nunca han cesado en sus intenciones de dominar el planeta. En cada tema y en cada pensamiento del Libertador, puede develarse el peligro que nos amenaza, desde que rescatamos los valores bolivarianos como la esencia de nuestro país, la existencia democrática del continente, y la razón de ser de nuestra historia americana.
¡¡¡Desde siempre!!! todos los ojos del mundo están puestos sobre nosotros… Cada paso que damos, cada logro, cada palabra que decimos, y hasta como nos relacionamos con otras naciones, es un alerta para el Poder Mundial que teme el rescate de los valores patrios que nos lego Bolívar y el resurgir del autoestima del venezolano, como un pueblo heroico que nunca pudo ser derrotado por las poderosas naciones que dominaban el planeta.
Rescatar el mensaje de Simón Bolívar, no es revisar la historia, ni se trata mucho menos de hacer justicia al hombre que creó la Patria y al cual todo un Continente le debe su razón de ser y existir, ya que él creó las bases de la independencia americana… Se trata de ser inteligentes y poner en práctica las palabras que nos dejó… En ellas podemos encontrar las respuestas a la crisis institucional que hoy nos mantiene en un debate estéril, que no nos llevará a ningún lado, y que de alguna manera está siendo conducido, financiado y planificado por nuestros eternos enemigos: El Poder Supremo que nunca cesará su ambición de dominar el planeta; ellos son: Estados Unidos e Inglaterra.
Debido a que este LIbro fue "censurado" Me dije luego de reflexionar sobre el asunto:
¡¡¡En fin!!! es posible que todas estas opciones se conjugaron en un sólo Plan para deponer al Gobierno Bolivariano, en la falsa pretensión de enterrar el ideal del Libertador, cuya energía glorificante de valor, heroicidad y patriotismo, ayer, hoy, mañana y siempre, impregnará a todos los nacidos y asimilados a esta prodigiosa tierra, porque Simón Bolívar y sus ideales nunca mueren.